
Seguramente, en las últimas semanas has podido ver en las piscinas exteriores unas nuevas líneas rojas pintadas. Gracias a esta medida simple pero efectiva -señalan que la profundidad es menor de 1.30 m- logramos mejorar la seguridad y prevenir accidentes en las instalaciones acuáticas.

Su importancia radica en su capacidad para alertar a las usuarias y usuarios sobre la profundidad del agua, clave en infinidad de lesiones medulares.
La profundidad mínima recomendada para poder zambullirse con más seguridad es de 1,30 metros. Por el contrario, en áreas donde la profundidad es menor, existe un mayor riesgo de lesiones, sobre todo en zambullidas de cabeza.
Por ello nos lanzamos desde el Estadio a marcar en rojo aquellas zonas donde no recomendamos lanzarse de cabeza. Las y los socorristas nos avisarán de ello, pero sin dudad educar a las/os nuestras/os, sobre todo a las/os más jóvenes en casa, es esencial.
Estas líneas no son solo un elemento visual, son una herramienta eficaz y representan nuestro compromiso continuo con la seguridad y la prevención de accidentes en el Estadio y, en especial, en las zonas poco profundas de las piscinas.
